La Psicología ha dado a luz a gran cantidad de teorías y modelos teóricos por medio de los que se busca explicar el comportamiento humano.
Son propuestas concretas que en la mayoría de los casos sólo buscan explicar una parcela pequeña del conjunto de temas que
puede explicar la psicología, ya que se basan en el trabajo que han ido
realizando multitud de investigadores meses, años y décadas atrás. Sin
embargo, todo este entramado de propuestas tuvo que empezar en algún
punto en el que no se sabía prácticamente nada sobre cómo nos
comportamos y percibimos las cosas.
¿Cómo era enfrentarse al estudio de la Psicología en esos años? ¿En qué consistía tener que poner los cimientos de la Psicología moderna?
Para responder a estas preguntas es conveniente echar la mirada atrás y revisar la vida y la obra de William James,
un filósofo y psicólogo que se propuso investigar uno de los conceptos
más básicos y universales en lo que respecta al estudio de la mente: la consciencia.
¿Quién fue William James?
La
vida de William James empezó como la de cualquier representante de las
clases altas americanas. Nació en el año 1842 en Nueva York, en el seno
de una familia acomodada, y el hecho de poder disponer de los cuantiosos
recursos económicos de sus padres le permitió formarse en buenas
escuelas, tanto en los Estados Unidos como en Europa, y empaparse de las
diferentes tendencias y corrientes filosóficas y artísticas que
caracterizaban cada lugar que visitaba. Su padre, además, era un famoso
teólogo muy bien relacionado, y la cultura burguesa que envolvía a toda
la familia probablemente ayudó a que William James fuese ambicioso a la
hora de fijarse metas vitales.
En
definitiva, William James lo tenía todo para convertirse en una persona
bien posicionada: los recursos materiales y también las influencias de
las élites neoyorquinas relacionadas con sus parientes le acompañaban en
ello. Sin embargo, aunque en 1864 empezó a estudiar medicina en
Harvard, una serie de paréntesis académicos y complicaciones de salud
hicieron que no terminase sus estudios hasta 1869 y, de todas formas, nunca llegó a ejercer como médico.
Había otro ámbito de estudio que llamaba su atención: el binomio formado entre la Filosofía y la Psicología,
dos disciplinas que en el siglo XIX aún no se habían separado del todo y
que por aquella época estudiaban los asuntos relacionados con el alma y
el pensamiento.
Nace el William James psicólogo
En 1873, William James regresó a Harvard para impartir clases de Psicología y Filosofía.
Ciertas cosas habían cambiado desde que se licenció en medicina. Había
sometido su experiencia vital a un examen filosófico, y se había
esmerado tanto en ello que se veía con fuerzas para convertirse en
profesor a pesar de no haber recibido educación formal sobre el tema.
Sin
embargo, a pesar de no haber asistido a clases de filosofía, los temas
por los que se interesó eran del tipo de los que habían marcado los
inicios de la historia de los grandes pensadores. Como no podía
fundamentar sus estudios en investigaciones anteriores en Psicología
porque esta aún no se había consolidado, se centró en estudiar la consciencia y los estados emocionales.
Esto es, dos temas universales e íntimamente ligados con la filosofía y
la epistemología al estar presentes en todas nuestras formas de
interactuar con el entorno.
La consciencia, según James
A
la hora de abordar el estudio de la consciencia, William James encontró
muchísimas dificultades. No podía ser de otra forma, ya que, tal y como
él mismo reconoció, es muy complicado llegar siquiera a definir lo que es la consciencia o ser consciente de algo.
Y, si no se sabe acotar el objeto de estudio, es prácticamente
imposible dirigir las investigaciones sobre este y hacer que lleguen a
buen puerto. Es por eso que el primer gran reto de James fue explicar lo
que es la consciencia en términos filosóficos para, después, poder
poner a prueba sus mecanismos de funcionamiento y sus fundamentos
comprobables.
Logró
aproximarse a una idea intuitiva (aunque no del todo exhaustiva) de lo
que es la consciencia trazando una analogía entre esta y un río. Se
trata de una metáfora para describir la consciencia como si fuese un flujo incesante de pensamientos, ideas e imágenes mentales.
Una vez más, en este punto puede comprobarse la íntima conexión entre
el abordaje a la Psicología de William James y los temas filosóficos, ya
que la figura del río ya había sido utilizada muchos milenios antes por
Heráclito, uno de los primeros grandes pensadores de Occidente.
El precedente de Heráclito
Heráclito se
enfrentó a la tarea de definir la relación existente entre el "ser" y
el cambio que aparentemente forman parte de la realidad. Todas las cosas
parecen permanecer y mostrar cualidades que las hacen estables en el
tiempo, pero a la veztodas las cosas cambian.
Heráclito sostuvo que el "ser" es una ilusión y que lo único que define
a la realidad es el cambio constante, al igual que un río que, aunque
en apariencia es una sola cosa que permanece, no deja de ser una
sucesión de partes de agua que nunca más vuelven a repetirse.
William
James creyó útil definir la consciencia como si fuese un río porque
establecía de este modo una dialéctica entre un elemento estable (la
consciencia en sí, lo que se quiere definir) y otro que está cambiando
constantemente (el contenido de esta consciencia). Recalcaba así el
hecho de que la consciencia está compuesta por unidades de experiencia únicas e irrepetibles, ligadas al aquí y el ahora, y que conducían de un "tramo" del flujo de pensamientos a otra parte del mismo.
La naturaleza de la consciencia
Eso
implicaba reconocer que en la consciencia hay poco o nada que sea
sustantivo, es decir, que pueda ser aislable y almacenable para su
estudio, ya que todo lo que pasa por ella está ligado al contexto.
Lo único que permanece en esta "corriente" es las etiquetas que
queramos ponerle para definirla, es decir, nuestras consideraciones
sobre ella, pero no la cosa en sí. A partir de esta reflexión William
James llega a una conclusión clara: la
consciencia no es un objeto, sino un proceso, del mismo modo que el
funcionamiento de un motor no es en sí algo que exista separado de la
máquina.
¿Por
qué existe la consciencia, pues, si no puede ni ser ubicada en un
tiempo y un espacio determinados? Para que nuestro cuerpo funcione,
dijo. Para permitir que podamos servirnos de las imágenes y los
pensamientos para sobrevivir.
Definiendo la corriente de pensamientos
William James creía que en el flujo de imágenes e ideas que constituyen la consciencia existen partes transitivas y partes sustantivas.
Las primeras remiten constantemente a otros elementos de la corriente
de pensamientos, mientras que las segundas son aquellas en las que
podemos detenernos un tiempo y notamos una sensación de permanencia.
Desde luego todas estas partes de la consciencia son transitorias en
mayor o menor medida. Y, lo que es más importante, todas son privadas,
en el sentido de que el resto de personas sólo las puede conocer indirectamente, a través de nuestra propia consciencia de lo que vivimos.
Las
consecuencias prácticas de esto de cara a la investigación en
Psicología eran claras. Esta idea suponía admitir que la Psicología
experimental era incapaz de comprender totalmente, sólo a través de sus
métodos, cómo funciona el pensamiento humano, si bien puede ayudar. Para
examinar el flujo de pensamientos, dice William James, hay que empezar estudiando el "yo", que aparece a partir de la propia corriente de la consciencia.
Esto
significa que, bajo este punto de vista, estudiar la psique humana
equivale a estudiar un constructo tan abstracto como el "yo". Esta idea
no gustó a los psicólogos experimentales, que preferían centrar sus
esfuerzos en estudiar hechos comprobables en un laboratorio.
La Teoría de James - Lange: ¿Lloramos porque estamos tristes o estamos tristes porque lloramos?
Una
vez hechas estas consideraciones básicas sobre lo que es y lo que no es
la consciencia, William James pudo empezar a proponer mecanismos
concretos por los cuales nuestros flujos de pensamiento guían nuestra
conducta. Una de estas aportaciones es la Teoría de James - Lange,
ideada por él y Carl Lange casi a la vez, según la cual las emociones aparecen a partir de la consciencia de los propios estados fisiológicos.
Así, por ejemplo, no
sonreímos porque estamos alegres, sino que estamos alegres porque
nuestra consciencia ha sido informada de que estamos sonriendo.
Del mismo modo, no corremos porque algo nos ha asustado, sino que nos
sentimos asustados porque comprobamos que estamos huyendo.
Esta
es una teoría que atenta contra la manera convencional en la que
concebimos el funcionamiento de nuestro sistema nervioso y nuestros
pensamientos, y lo mismo ocurría a finales del siglo XIX. Hoy, sin
embargo, sabemos que lo más probable es que William James y Carl Lange sólo tengan parte de razón,
ya que consideramos que en ciclo entre la percepción (ver algo que nos
asusta) y la acción (correr) es tan rápido y con tantas interacciones
neuronales en una y otra dirección que no se puede hablar de una cadena
causal en sólo un sentido. Corremos porque estamos asustados, y también
estamos asustados porque corremos.
¿Qué le debemos a William James?
Las
creencias de William James pueden parecer estrambóticas a día de hoy,
pero lo cierto es que gran parte de sus ideas han sido los principios
sobre los que se han erigido propuestas interesantes que aún hoy siguen
vigentes. En su libro The Principles of Psychology (Principios de la Psicología), por ejemplo hay muchas ideas y nociones que son útiles para entender el funcionamiento del cerebro humano,
a pesar de haber sido escrito en una época en la que apenas se estaba
descubriendo la existencia de los espacios sinápticos que separan unas
neuronas de otras.
Además,
el enfoque pragmatista que le dio a la Psicología es el fundamento
filosófico de muchas teorías y terapias psicológicas que ponen más
énfasis en la utilidad de los pensamientos y los estados afectivos que
en su correspondencia con una realidad objetiva.
Quizás por esta unión entre la Psicología y la corriente filosófica del pragmatismo estadounidense (que más tarde definiría también al conductista B. F. Skinner)
y por el hecho de ser uno de los pioneros en tierras americanas, se
considera que William James es el padre de la Psicología en los Estados
Unidos y, muy a su pesar, el encargado de introducir en su continente la
Psicología Experimental que en Europa estaba siendo desarrollada por
Wilhelm Wundt.
En
definitiva, si bien William James tuvo que enfrentarse a la costosa
misión de contribuir a establecer los inicios de la Psicología como
ámbito académico y práctico, no se puede decir que esta tarea le haya
resultado poco agradecida. Demostró verdadero interés por lo que
investigaba y pudo utilizar esta disciplina para desplegar propuestas
sobre la mente humana excepcionalmente agudas. Tanto que, para los que
vinieron detrás de él, no hubo más remedio que darlas por buenas o
esforzarse por refutarlas.
Wilhelm Wundt
Wilhelm
Maximilian Wundt (1832-1920) nació el 16 de Agosto de 1832, en una
villa de nombre Neckarau cerca de Mannheim en el principado alemán de
Badén. Su padre era un pastor luterano y su familia tanto de parte paterna como materna, incluía científicos, médicos, etc. Gente de letras.
Se comenta que la infancia de Wundt fue solitaria y hasta triste, su hermano, mayor que él por 8 años, se fue a la escuela
durante la niñez de Wundt; los otros dos hermanos murieron en la
infancia. Durante muchos años el único compañero de Wundt, fue un niño
retardado.
Sin duda una de las grandes influencias de Wundt, fue su abuelo materno, este tenía un gran interés por su educación y lo llevaba a frecuentes viajes y recorridos. Sin embargo (el abuelo) exigía un riguroso programa
diario y una absoluta precisión en todo lo que hacían. Cuando Wundt
tenía entre 8 y 12 años, ingreso al Gymnasium católico local (escuela
secundaria con altos requisitos académicos), sin embargo Wundt fue
deficiente en su actividad académica y hasta se le aconsejo abandonara
los estudios formales; fue transferido al Gymanasium de Heidelberg. Ahí
tuvo más éxito y se graduó en 1851.
Después de la muerte de su padre en 1845, y de no conseguir una beca para la universidad, ya que su trayectoria no había sido precisamente brillante, ingreso a la universidad de Tûbingen como estudiante de pre-medicina, por mediación de un familiar de su madre; después de una año se cambio
a la universidad de Heidelberg, donde se gradúo summa cum laudeen 1885;
para su disertación medica estudio la sensibilidad del tacto en
pacientes histéricas en la Universidad del Hospital de Heidelberg.
También durante su estancia en Heidelberg, trabajo
con el químico orgánico Robert Wilhelm Bunsen; Bunsen y Wundt,
investigaron los efectos de la ingestión restringida de sal en la
composición de la orina. Wundt publico un trabajo en ele que describió
los resultados en 1853, el trabajo fue publicado para beneplácito de Wundt, que decidió seguir una carrera académica y de investigación.
Carrera académica temprana de Wundt.
Después
de un semestre en 1856 en la Universidad de Berlín estudiando con
Johannes Mûller y Emil Du Bois-Reymond, regreso a Heidelberg como
conferencista en el departamento de fisiología, solo cuatro estudiantes tomaron su curso, donde el sistema universitario alemán pagaba a los Privatdozents con las cuotas de los estudiantes. Después de n tiempo
de trabajar en exceso en el departamento de su madre, cayo gravemente
enfermo; tomo, para recuperarse un descanso en los Alpes Suizos.
En
1858 Helmholtz, fue nombrado director del nuevo instituto de fisiología
de la Universidad, él por su parte nombro a Wundt su asistente, Wundt,
consideraba que Helmholtz, junto con Johannes Mûller y Emil Du
Bois-Reymond, como los tres grandes fisiólogos alemanes de aquel tiempo.
Durante la estancia de Wundt como ayudante de Helmholtz, la cual fue
una desilusion para él, ya que se le requirió mas como asistente de enseñanza que como investigador; propuso un nuevo curso de antropología, lo que hoy llamaríamos psicología social, ofreció el curso en 1859 y en él enseñaba la relación de los individuos con la sociedad, también escribió su primer libro, Beiträge zur Theorie der Sinneswalhrnnehmung(contribuciones hacia una teoría de la sensopercepción) en 1862, analiza las funciones sensoriales, desarrolla una teoría de la percepción y perfila un programa de psicología que seguiría por el resto de su vida. Wundt ubica la psicología entre las ciencias físicas y las ciencias naturales; utilizaría métodos experimentales y de investigación semejantes a los de las ciencias físicas para documentar cuestiones psicológicas como una ciencia
inductiva, experimental. Había quedado impresionado por los escritos de
John Stuart Mill, pero la aproximación de Mill era la de un filosofo
que especula y piensa sobre la vida mental; la de Wundt era la de un
científico que usa métodos experimentales para estudiar esa vida.
Wundt creía que el lenguaje, los mitos, la estética, la religión y las costumbres sociales son reflexiones de nuestros procesos
mentales más altos; pero dado que tales altos procesos no podían ser
manipulados o controlados, no era posible estudiarlos experimentalmente,
pero si por medio de registros históricos y literatura y por medio de observaciones naturalistas.
Wundt
concibió una tercera rama de la psicología que integraría los hallazgos
empíricos de esta, con otras ciencias, las metafísicas científicas. El objetivo
de Wundt era establecer la psicología como una ciencia fundacional o
propedéutica dado que integraría a las ciencias sociales y a las
físicas.
En 1864, insatisfecho con su nombramiento en el instituto, renuncio, aun así, conservo su rango académico y sus ingresos continuaron siendo regulares. Estableció un pequeño laboratorio en su hogar y se mantuvo el mismo con las regalías de sus libros.
En 1871 regreso a la Universidad de Heidelberg, y mantuvo su rango de profesor extraordinario durante tres años, antes de aceptar un llamado a la cátedra de filosofía inductiva en Zurich. Y permaneció allí un año antes de ser designado para la cátedra de filosofía en Leipzig.
El primer laboratorio experimental de psicología
Se
le asigno a Wundt un cuarto en el edificio Konvikt, para almacenar su
equipo de demostración y los aparatos experimentales. En tal edificio
termino impartiendo sus clases y realizando sus experimentos.
El laboratorio de Wundt, no fue citado en el catalogo de la universidad
hasta 1883. En 1893 el laboratorio se mudó a un edificio ocupado por el
departamento de ginecología, hasta que 1897 el instituto psicológico,
como ya se le llamaba, se mudo a un edificio que Wundt diseño expresamente para la investigación psicológica. Aunque de hecho, la mayoría de sus mejores estudiantes realizaron sus experimentos en el edificio Konvikt.
El sistema teórico wundtiano
Para
Wundt, al escribir el libro para su curso en Leipzig, la psicología no
era lo que consideramos hoy en día: el estudio de las bases fisiológicas
de la conducta y la conciencia, para Wundt, significaba una psicología que utilizaba técnicas análogas a las de la fisiología.
Desde el prefacio de su texto (Principios de psicología fisiológica), Wundt deja ver que estaba tratando conscientemente de extraer una nueva área de la ciencia.
Primero, Wundt describió "el sustrato corporal de la vida mental", o la anatomía y función del cerebro. Luego describió el sistema nervioso
y postulo ideas acerca de las fuerzas que subyacen a la conducción
nerviosa. Después, Wundt analizo las características de las sensaciones;
definió la cualidad, la intensidad, la extensión y la duración como las
cuatro características fundamentales. En la parte IV se encuentra la
medula del libro: "la investigación de los procesos conscientes de las
formas y conexiones características en ellos". La meta
de la psicología era el estudio de los "procesos conscientes" o lo que
Wundt consideraba parte de la "experiencia inmediata", como opuesta a la
"experiencia mediata". De esta manera para Wundt, cuando nuestra
experiencia ante algún estimulo es medida por instrumentos, cae en la
senda de la física, en contraparte cuando se describe el proceso
consciente que se encarga de interpretar el estimulo –el "verdor" del
verde o la "tonalidad" del tono- estamos describiendo nuestra
experiencia inmediata y cayendo en el tomando de la psicología. De
acuerdo con Wundt, los psicólogos no estudian el mundo exterior per se,
estudian los procesos psicológicos mediante los cuales experimentamos y
observamos el mundo exterior. Además, no se pueden separar a si mismos
de sus objetos de estudio dado que están estudiando sus propios procesos
conscientes.
Mientras que los físicos tienen sus
instrumentos, para Wundt, la herramienta de los psicólogos es la
autoobservacion experimental o introspección. Ahora, la introspección de
Wundt no era una especie de sesión de sofá, sino un proceso rígidamente
controlado, y no se limitaba a autorreportes, comprendía medidas
objetivas, como tiempos de reacción y asociación de palabras.
En
sus introspecciones Wundt y sus estudiantes identificaron dos elementos
básicos de la vida mental: sensaciones y sentimientos, Para ellos, los
complejos y cambiantes procesos mentales resultaban de las conexiones o
de síntesis
creativas de esos elementos, más no en el sentido clásico de la física
mecanicísta. Para Wundt, las sensaciones y sentimientos no eran
solamente elementos que chocan e interactúan; Al igual que John Stuart
Mill, adoptó un modelo de la mente que enfatizaba los principios químicos en lugar de los mecánicos. Para Wundt la mente es una fuerza creativa, dinámica, volitiva. Nunca podría ser entendida mediante la simple identificación de sus elementos o su estructura estática. Por el contrario debe entenderse a través del análisis de su actividad.
Posteriormente llamado estructuralista, Wundt llamo a su psicología voluntarismo.
La investigación de Wundt
Cerca
de 17% de los experimentos reportados en Philosophische Studien utilizó
los métodos de investigación iniciados por Catell y la medición de tiempos de tracción.
Los
observadores de Leipzig eran entrenados para distinguir en sus
introspecciones entre sensaciones e ideas tanto en Blickfeld (campo de atención)
como en el Blickpunkt (foco de atención). Wundt llamó apercepción al
proceso mental que lleva los contenidos al foco de atención. Hoy en día
se llamaría atención selectiva.
Otro 10% de los
experimentos de Leipzig era relativo al sentimiento. A los observadores
se les presentaban latidos metrónomos y reportaban que ciertos patrones
rítmicos eran más placenteros que otros: existía dimensión del
sentimiento de placer contra displacer. En otras observaciones se
definieron: tensión contra relajación y excitación contra calma.
Al estudiar los sentimientos, los wundtianos también utilizaron el método
de las "comparaciones apareadas". Los sentimientos eran comparados uno
con otro y con un sentimiento establecido de comparación. La comparación
se hacia a lo largo de las tres dimensiones que habían surgido en
observaciones anteriores. Además, las mediciones de la tasa de pulso, larespiración y la tensión muscular como índices de la cualidad del sentimiento.
Finalmente,
cerca de 10% de los estudios reportados en Philosophische Studien trata
sobre asociación. Para Wundt, asociación era un proceso de combinación
en un estado
pasivo de atención. Se presentaba a los sujetos palabras aisladas y se
les pedía que respondieran con una sola palabra. Además, se estudiaban
las conexiones externas basadas en conexiones extrínsecas accidentales,
que con frecuencia son el producto de la historia individual de la persona (curva-accidente, padre-odio).
En
el laboratorio de Wundt, el papel del sujeto se consideraba mas
importante que el del experimentador, dado que el sujeto era la fuente
de datos.
Los sujetos eran elementos psicológicamente sofisticados muy bien
entrenados del laboratorio de Leipzig. Algunas veces se alternaban los
roles de sujeto y experimentador, otras veces, el sujeto y el
experimentador eran la misma persona.
Wundt como tutor
Una amplia variedad de experimentos se realizaban en Leipzig. Sin un gran numero de Estudiantes, tal volumen
de investigación no hubiera sido posible. A fines del siglo XIX,
Leipzig era el centro de la nueva ciencia de la psicología y una de las
contribuciones más importantes de Wundt a su desarrollo
e influencia que tuvo sobre los estudiantes. Varios fueron los
personajes que se beneficiaron del laboratorio de Wundt entre ellos
podemos contar a Emil Kraepelin, Hugo Münsterberg, Viktor Henri y B.
Bourdon, de Francia; De Rusia, Vladimir M. Bekhterev contemporáneo de Pavlov, y entre los estudiantes de Estados Unidos Charles Spearman, Edward Titchener, Hugo Eckener y por supuesto James McKeen Cattell.
Albert Ellis
De A Sketch of Albert Ellis (Un bosquejo de Albert Ellis) de Gary Greeg.
Ellis nació en Pittsburg en 1913 y se crió en Nueva York. Se sobrepuso a una infancia difícil usando su cabeza, volviéndose, en sus propias palabras, "un solucionador de problemas terco y pronunciado". Un problema renal grave desvió su atención de los deportes a los libros, y la disensión en su familia (sus padres se divorciaron cuando él tenía 12 años) le condujeron a trabajar sobre la comprensión de los demás.En el instituto Ellis concentró su atención en hacerse el Gran Novelista Americano. Consideró la posibilidad de estudiar contabilidad en la universidad; en hacer suficiente dinero como para retirarse a los 30 y escribir sin la presión de la necesidad económica. La Gran Depresión estadounidense puso punto final a su anhelo, pero logró llegar a la universidad en 1934, graduándose en administración de empresas en la City University of New York. Su primera incursión aventurera en el mundo empresarial fue la de un negocio de parches de pantalones junto a su hermano. Buscaron juntos en tiendas de vestidos todos aquellos pantalones que necesitasen remates para adaptar igualmente los abrigos de sus clientes. En 1938, Albert llegó al puesto de director de personal de una firma novedosa.Ellis empleó la mayoría de su tiempo libre en escribir historias cortas, obras teatrales, novelas, poesía cómica, ensayos y libros de no-ficción. Cuando alcanzó los 28 años, ya había terminado al menos dos docenas de manuscritos completos, pero aún no había logrado que se los publicasen. Se percató entonces de que su futuro no descansaría sobre la escritura de ficción, por lo que se dedicó exclusivamente a la no-ficción, a promover lo que él llamaría la "revolución sexual-familiar".A medida que Ellis recolectaba más y más material de un tratado llamado "The Case for Sexual Liberty" (La Causa por la Libertad Sexual), muchos de sus amigos empezaron a considerarle como una especie de experto en la materia. Con frecuencia le pedían consejos, y Ellis descubrió que le encantaba la asesoría tanto como escribir. En 1942 volvió a la universidad y se apuntó en un programa de psicología clínica en la Universidad de Columbia. Empezó su práctica clínica a tiempo parcial para familias y como consejero sexual casi inmediatamente después de recibir su título de maestría en 1943.En el momento en que la Universidad de Columbia le premió con su doctorado en 1947, Ellis llegó a la convicción de que el psicoanálisis era la forma más profunda y efectiva de terapia. Decidió entonces alistarse en un análisis didáctico y se volvió "un analista brillante en los siguientes años". En aquel momento, el instituto psicoanalítico rechazaba entrenar a psicoanalistas que no fueran médicos, pero esto no impidió que Ellis encontrase un analista dispuesto a llevar a cabo su entrenamiento dentro del grupo de Karen Horney. Ellis completó su análisis y empezó a practicar psicoanálisis clásico bajo la dirección de su maestro.A finales de los 40 ya enseñaba en la Rutgers y en la Universidad de Nueva York y era el jefe de psicología clínica en el New Jersey Diagnostic Center y posteriormente en el New Jersey Department of Institutions and Agencies.Pero la fe de Ellis en el psicoanálisis rápidamente se fue abajo. Descubrió que cuando atendía a sus clientes solo una vez a la semana o incluso cada dos semanas, progresaban igualmente que cuando les veía diariamente. Empezó a adoptar un papel más activo, combinando consejos e interpretaciones directas de la misma forma que hacía cuando aconsejaba a familias o en problemas sexuales. Sus pacientes parecían mejorar más rápidamente que cuando utilizaba procedimientos psicoanalíticos pasivos. Y esto sin olvidar que antes de estar en análisis, ya había trabajado muchos de sus propios problemas a través de las lecturas y prácticas de filosofías de Epícteto, Marco Aurelio, Spinoza y Bertrand Russell, enseñándoles a sus clientes los mimos principios que le habían valido a él.En 1955 Ellis ya había abandonado completamente el psicoanálisis, sustituyendo la técnica por otra centrada en el cambio de las personas a través de la confrontación de sus creencias irracionales y persuadiéndoles para que adoptaran ideas racionales. Este papel hacía que Ellis se sintiese más cómodo, dado que podía ser más honesto consigo mismo. "Cuando me volví racional-emotivo", dijo una vez, "mis propios procesos de personalidad verdaderamente empezaron a vibrar".Publicó su primer libro en REBT (siglas en inglés para Terapia Racional Emotiva) "How to Live with a Neurotic" (Como Vivir con un Neurótico) en 1957. Dos años más tarde constituyó el Institute for Rational Living (Instituto para una Vida Racional), donde se impartían cursos de formación para enseñar sus principios a otros terapeutas. Su primer gran éxito literario, The Art and Science of love (El Arte y Ciencia del Amor), apareció en 1960 y hasta el momento ha publicado 54 libros y más de 600 artículos sobre REBT, sexo y matrimonio. Actualmente es el Presidente del Instituto de Terapia Racional-Emotiva de Nueva York, el cual ofrece un programa de entrenamiento completo y gestiona una gran clínica psicológica.
Teoría
REBT
(Terapia Conductual Racional Emotiva) se define por el ABC en inglés.
La A se designa por la activación de las experiencias, tales como
problemas familiares, insatisfacción laboral, traumas infantiles
tempranos y todo aquello que podamos enmarcar como productor de
infelicidad. La B se refiere a creencias (beliefs) o ideas, básicamente
irracionales y autoacusatorias que provocan sentimientos de infelicidad
actuales. Y la C corresponde a las consecuencias o aquellos síntomas
neuróticos y emociones negativas tales como el pánico depresivo y la
rabia, que surgen a partir de nuestras creencias.
Aún cuando la
activación de nuestras experiencias puede ser bastante real y causar un
gran monto de dolor, son nuestras creencias las que le dan el
calificativo de larga estancia y de mantener problemas a largo plazo.
Ellis añade una letra D y una E al ABC: El terapeuta debe disputar (D)
las creencias irracionales, de manera que el cliente pueda a la postre
disfrutar de los efectos psicológicos positivos (E) de ideas racionales.
Por
ejemplo, "una persona deprimida se siente triste y sola dado que
erróneamente piensa que es inadecuado y abandonado". En la actualidad
una persona depresiva puede funcionar tan bien como una no depresiva,
por lo que el terapeuta debe demostrar al paciente sus éxitos y atacar
la creencia de inadecuación, más que abalanzarse sobre el síntoma en sí
mismo.
A pesar de que no es importante para la terapia ubicar la
fuente de estas creencias irracionales, se entiende que son el resultado
de un "condicionamiento filosófico", o hábitos no muy distintos a aquel
que nos hace movernos a coger el teléfono cuando suena. Más tarde,
Ellis diría que estos hábitos están programados biológicamente para ser
susceptibles a este tipo de condicionamiento.
Estas creencias
toman la forma de afirmaciones absolutas. En vez de aceptarlas como
deseos o preferencias, hacemos demandas excesivas sobre los demás, o nos
convencemos de que tenemos necesidades abrumadoras. Existe una gran
variedad de "errores de pensamiento" típicos en los que la gente se
pierde, incluyendo…
1 Ignorar lo positivo
2 Exagerar lo negativo, y
3 Generalizar
Es
como negarse al hecho de que tengo algunos amigos o que he tenido unos
pocos éxitos. Puedo explayarme o exagerar la proporción del daño que he
sufrido. Puedo convencerme de que nadie me quiere, o de que siempre meto
la pata.
Hay 12 ejemplos de creencias irracionales que Ellis menciona con frecuencia:
12 Ideas Irracionales que Causan y Sustentan a la Neurosis
La idea de que existe una tremenda necesidad en los adultos de ser amados por otros significativos en prácticamente cualquier actividad; en vez de concentrarse en su propio respeto personal, o buscando aprobación con fines prácticos, y en amar en vez de ser amados.La idea de que ciertos actos son feos o perversos, por lo que los demás deben rechazar a las personas que los cometen; en vez de la idea de que ciertos actos son autodefensivos o antisociales, y que las personas que cometan estos actos se comportan de manera estúpida, ignorante o neurótica, y sería mejor que recibieran ayuda. Los comportamientos como estos no hacen que los sujetos que los actúan sean corruptos.La idea de que es horrible cuando las cosas no son como nos gustaría que fueran; en vez de considerar la idea de que las cosas están muy mal y por tanto deberíamos cambiar o controlar las condiciones adversas de manera que puedan llegar a ser más satisfactorias; y si esto no es posible tendremos que ir aceptando que algunas cosas son así.La idea de que la miseria humana está causada invariablemente por factores externos y se nos impone por gente y eventos extraños a nosotros; en vez de la idea de que la neurosis es causada en su mayoría por el punto de vista que tomamos con respecto a condiciones desafortunadas.La idea de que si algo es o podría ser peligroso o aterrador, deberíamos estar tremendamente obsesionados y desaforados con ello; en vez de la idea de que debemos enfrentar de forma franca y directa lo peligroso; y si esto no es posible, aceptar lo inevitable.La idea de que es más fácil eludir que enfrentar las dificultades de la vida y las responsabilidades personales; en vez de la idea de que eso que llamamos "dejarlo estar" o "dejarlo pasar" es usualmente mucho más duro a largo plazo.La idea de que necesitamos de forma absoluta otra cosa más grande o más fuerte que nosotros en la que apoyarnos; en vez de la idea de que es mejor asumir los riesgos que contempla el pensar y actuar de forma menos dependiente.La idea de que siempre debemos ser absolutamente competentes, inteligentes y ambiciosos en todos los aspectos; en vez de la idea de que podríamos haberlo hecho mejor más que necesitar hacerlo siempre bien y aceptarnos como criaturas bastante imperfectas, que tienen limitaciones y falibilidades humanas.La idea de que si algo nos afectó considerablemente, permanecerá haciéndolo durante toda nuestra vida; en vez de la idea de que podemos aprender de nuestras experiencias pasadas sin estar extremadamente atados o preocupados por ellas.La idea de que debemos tener un control preciso y perfecto sobre las cosas; en vez de la idea de que el mundo está lleno de probabilidades y cambios, y que aún así, debemos disfrutar de la vida a pesar de estos "inconvenientes".La idea de que la felicidad humana puede lograrse a través de la inercia y la inactividad; en vez de la idea de que tendemos a ser felices cuando estamos vitalmente inmersos en actividades dirigidas a la creatividad, o cuando nos embarcamos en proyectos más allá de nosotros o nos damos a los demás.La idea de que no tenemos control sobre nuestras emociones y que no podemos evitar sentirnos alterados con respecto a las cosas de la vida; en vez de la idea de que poseemos un control real sobre nuestras emociones destructivas si escogemos trabajar en contra de la hipótesis masturbatoria, la cual usualmente fomentamos.
(Extracto de The Essence of Rational Emotive Behavior Therapy de
Albert Ellis, Ph D. Revisado, mayo 1994).Para simplificar, Ellis
también menciona las tres creencias irracionales principales:
"Debo ser increíblemente competente, o de lo contrario no valgo nada".
"Los demás deben considerarme; o son absolutamente estúpidos".
"El mundo siempre debe proveerme de felicidad, o me moriré".
El
terapeuta utiliza su pericia para argumentar en contra de estas ideas
irracionales en la terapia o, incluso mejor, conduce a su paciente a que
se haga él mismo estos argumentos. Por ejemplo, el terapeuta podría
preguntar…
¿Hay alguna evidencia que sustenten estas creencias?
¿Cuál es la evidencia para enfrentarnos a esta creencia?
¿Qué es lo peor que puede ocurrirle si abandona esta creencia?
¿Y qué es lo mejor que puede sucederle?
Además
de la argumentación, el terapeuta REBT se asiste de cualquier otra
técnica que ayude al paciente a cambiar sus creencias. Se podría usar
terapia de grupo, refuerzo positivo incondicional, proveer de
actividades de riesgo-recompensa, entrenamiento en asertividad,
entrenamiento en empatía, quizás utilizando técnicas de rol-playing para
lograrlo, impulsar el auto-control a través de técnicas de modificación
de conducta, desensibilización sistemática y así sucesivamente.
Auto-aceptación Incondicional
Ellis se ha ido
encaminando a reforzar cada vez más la importancia de lo que llama
"auto-aceptación incondicional". Él dice que en la REBT, nadie es
rechazado, aún sin importar cuán desastrosas sean sus acciones, y
debemos aceptarnos por lo que somos más que por lo que hemos hecho.
Una
de las formas que menciona para lograr esto es convencer al paciente de
su valor intrínseco como ser humano. El solo hecho de estar vivo ya
provee de un valor en sí mismo.
Ellis observa que la mayoría de
las teorías hacen mucho hincapié en la autoestima y fuerza del yo y
conceptos similares. Nosotros evaluamos de forma natural a las
criaturas, y esto no tiene nada de malo, pero de la evaluación que
hacemos de nuestros rasgos y acciones, llegamos a evaluar esa entidad
holística vaga llamada "self". ¿Cómo podemos hacer esto?; ¿Y qué bien
hace?. Ellis cree que solo provoca daño.
Ahí están, precisamente,
las razones legítimas para promover el propio self o ego: Queremos
mantenernos vivos y estar sanos, queremos disfrutar de la vida y demás.
Pero existen muchas otras formas de promover el ego o self que resulta
dañino, tal y como explica a través de los siguientes ejemplos:
Soy especial o soy detestable.
Debo ser amado o cuidado.
Debo ser inmortal.
Soy o bueno o malo.
Debo probarme a mí mismo.
Debo tener todo lo que deseo.
Ellis
cree firmemente que la autoevaluación conduce a la depresión y a la
represión, así como a la evitación del cambio. ¡Lo mejor para la salud
humana es que deberíamos detenernos a evaluarnos entre todos!.
Pero
quizás esta idea sobre el ego o el self está sobrevalorada. Ellis es
especialmente escéptico sobre la existencia de un "verdadero" self, como
Horney o Rogers. Particularmente le disgusta la idea de que exista un
conflicto entre un self promovido por la actualización versus otro
promovido por la sociedad. De hecho, dice, la propia naturaleza y la
propia sociedad más bien se apoyan entre sí, en vez de ser conceptos
antagónicos.
Realmente él no percibe ninguna evidencia de la
existencia de un self transpersonal o alma. El budismo, por ejemplo, se
las arregla bien sin tomar en cuenta esto. Y Ellis es bastante escéptico
con respecto a los estados alterados de consciencia de las tradiciones
místicas y las recomendaciones de la psicología transpersonal. De hecho,
¡considera a estos estados más irreales que trascendentes!.
Por
otra parte, Ellis considera que su abordaje surge de la antigua
tradición estoica, apoyada por filósofos tales como Spinoza. También
considera que existen similitudes con el existencialismo y la psicología
existencialista. Cualquier acercamiento que coloque la responsabilidad
sobre los hombros del individuo con sus creencias, tendrá aspectos
comunes con la REBT de Ellis.
AARON BECK
Beck,
Aaron (1921) Psicólogo norteamericano. Aunque inicialmente se
encontraba interesado en la psiquiatría, se decidió por la neurología,
atraído por el alto grado de precisión que caracterizaba a esta
disciplina. Se unió al Departamento de Psiquiatría de la Universidad de
Pensilvania en 1954 y actualmente es profesor emérito de psiquiatría.
Inicialmente condujo investigaciones relacionadas con las teorías
psicoanalíticas sobre la depresión pero, al ser éstas desconfirmadas,
desarrolló un enfoque teórico clínico diferente, que él denominó terapia
cognitiva.
Desde
1959 ha dirigido investigaciones sobre la psicopatología de la
depresión, el suicidio, los desórdenes de ansiedad, el alcoholismo, el
abuso de drogas, y los desórdenes de personalidad, y sobre la terapia
cognitiva de estos desórdenes. La idea central de su teoría es que el
problema psicológico responsable por las emociones y comportamientos de
aquellos que sufren y aquellos quienes hacen sufrir a otros es un
prejuicio o sesgo en el pensamiento del individuo.
Para
las personas con un desorden psicológico el prejuicio es una expresión
de creencias irreales y de “auto- derrota” contra sí mismas. Para
aquellos que causan sufrimiento a otros, el pensamiento prejuiciado o
sesgado y el comportamiento dañino son una expresión de creencias
dirigidas contra otras personas.
La
terapia cognitiva de Beck está dirigida a corregir el pensamiento
distorsionado del paciente, las malinterpretaciones y distorsiones, así
como las creencias subyacentes. También ha aplicado la teoría a
prácticamente todos los del comportamiento humano, incluyendo la ira, la
hostilidad, la violencia, el abuso intrafamiliar, el genocidio y la
guerra. Entre sus obras se destacan:
Depression:
Causes and Treatment (1972), Cognitive therapy and emotional disorders
(1976) y Cognitive Therapy: A 30 year retrospective (1991).
Formación profesional de Aaron Beck
Luego
de graduarse en la Universidad de Brown en 1942 fue elegido miembro de
la sociedad Phi Beta Kappa, también fue editar del diario Brown Dayly
Herald y recibió premio a la excelencia en oratoria de William Gaston
junto a esto también se le proporciono un premio de ensayo de Philo
Sherman Bennett.
Ingreso
a la escuela de medicina de Yale y se graduó en 1946 en psicoanálisis. A
principios de los años 60 era psiquiatra de la universidad de
Pensilvania y fue allí en donde desarrollo la terapia cognitiva. Debido a
su instinto investigador trato de agregar algunas hipótesis acerca de
los conceptos psicoanalíticos implicados en la depresión, diseñando así
la Escala de depresión Beck.
La
mayor parte de su trabajo fue con pacientes depresivos y con
características de pensamientos negativos que invadían sus mentes de una
forma espontánea. Luego de un tiempo investigado acerca de esta
temática decidió nombrarlas como “Cogniciones de pensamientos negativos”
y descubrió que se pueden clasificar en tres categorías que son:
1. Aquella referencia que ellos se hacían así mismos
2. Las referencias que los demás hacían hacia ellos
3. Y las referencias del futuro
2. Las referencias que los demás hacían hacia ellos
3. Y las referencias del futuro
Al
ver esto, empezó a ayudar a sus pacientes a identificar y evaluar estos
pensamientos y encontró que haciendo esto, los pacientes eran capaces
de evaluarlos de forma más realista, lo que conducía a que se sintieran
mejor y se comportaran de un modo más funcional.
Desde
ese entonces el Dr. Beck viajo por todo el mundo junto a sus
colaboradores explicando la situación de depresión que afecta a los
pacientes junto a ello la terapia de tratamiento que es la terapia
cognitiva que sirve para tratar un amplio conjunto de trastornos en los
que se incluyen la depresión, ansiedad, fobias, trastornos de
personalidad, entre otros.
La
terapia cognitivo conductual que hoy en día es conocida como TCC ha
demostrado ser una terapia eficaz para el tratamiento de diversos tipos
de trastornos. Hoy en día, este tipo de terapia ha sido adaptada para
niños, jóvenes y adultos y su éxito sigue creciendo.
Según
la APA (Asociación Americana de Psicología) el Dr. Beck es uno de los
psicoterapeutas más influyentes de todos los tiempos y es el único
psiquiatra que ha publicado artículos tanto en la APA como en otras
entidades de salud mental. Ha recibido premios y honores de asociaciones
médicas, psiquiátricas y psicológicas. En el 2006 recibió el Premio de
Investigación Clínica de Lasker por su labor en la investigación.
B. F. Skinner
(Burrhus
Frederic Skinner; Susquehanna, 1904 - Cambridge, EE UU, 1990) Psicólogo
estadounidense. Obtuvo el doctorado en psicología por la Universidad de
Harvard en 1931, y continuó sus investigaciones en la misma universidad
como asistente de laboratorio de biología con el profesor Crozier; en
1936 empezó a trabajar como profesor en la Universidad de Minnesota,
donde permaneció nueve años.
B. F. Skinner
En 1938 Skinner publicó su primer libro, Las conductas de los organismos,
y tras un breve período en la Universidad de Indiana, se estableció en
Harvard (1948). Influido por la teoría de los reflejos condicionados de Pavlov y por el conductismo de John B. Watson,
Skinner creyó que era posible explicar la conducta de los individuos
como un conjunto de respuestas fisiológicas condicionadas por el
entorno, y se entregó al estudio de las posibilidades que ofrecía el
control científico de la conducta mediante técnicas de refuerzo (premio
de la conducta deseada), necesariamente sobre animales.
Entre los experimentos más célebres de Skinner cabe citar el adiestramiento de unas palomas para jugar al pimpón, la llamada caja de Skinner,
todavía hoy utilizada para el condicionamiento de animales, o el diseño
de un entorno artificial específicamente pensado para los primeros años
de vida de las personas.
Su conductismo radical levantó abundante polémica en su país, y alcanzó una fama notable con la publicación de la novela Walden 2 (1948), en la que especulaba sobre una sociedad futura totalmente programada con técnicas de ingeniería de la conducta.
En su ensayo Más allá de la libertad y la dignidad (1971),
Skinner defendió que tales conceptos resultaban en último término
perniciosos para la sociedad, y que la única manera de alcanzar una
convivencia óptima pasa necesariamente por aplicar unas técnicas
adecuadas en el diseño de la conducta de sus miembros.
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